Dibujando Estructuras Narrativas

Resumen

Visualizar de manera gráfica la manera en la que el autor de una narración conduce al lector a través de la línea de tiempo de la historia es muy útil para descubrir patrones comunes que aquí se denominan “estructuras narrativas”. Se presenta la técnica general para dibujar y se analizan dos estructuras específicas, la retrospectiva y “resolviendo el misterio”.


El tiempo en la narración

A menos que se trate de una historia de ciencia ficción que involucre viajes a través del tiempo, con todas sus anomalías y paradojas, la mayoría de historias se apoyan en una serie de eventos que transcurren sobre un tiempo lineal. Sin embargo, el autor no está obligado a presentar de manera lineal estos acontecimientos, sino que más bien busca maneras creativas de hacer saltar al lector hacia atrás y hacia adelante, utilizando diferentes recursos como pueden ser las retrospectivas, el descubrimiento de información previamente desconocida por un personaje, etc.
Un experimento interesante consiste en tomar algunos relatos y en tratar de dibujar la estructura gráficamente, para entender sus características y si esta se repite en otras narraciones.


Para ello, se puede dibujar el tiempo como la típica línea horizontal, que se extiende hacia la derecha (futuro) y hacia la izquierda (pasado) con respecto a un punto cero que es el inicio de la narración.
 

Los hechos que se dibujan a la izquierda corresponderán, por lo tanto, a hechos históricos, recuerdos y en general cosas que ocurrieron antes del inicio de la historia, y los hechos que se dibujen a la derecha corresponden al desarrollo de los nuevos acontecimientos.

 

 




La idea consiste en dibujar bloques que representen los diversos núcleos narrativos, conectados con flechas para indicar el momento en el que son introducidos al lector:

 




En el ejemplo anterior, el tiempo cero, o inicio de la narración, está representado por el bloque número 1, en donde está la anotación “el protagonista despierta en su cama”. El segundo bloque es una retrospectiva, por lo que lo dibujamos en el pasado. De ahí se salta al futuro: la siguiente acción ocurre siguiendo la línea de tiempo real.

Añadiendo otra dimensión

Con el fin de facilitar la comprensión visual podemos utilizar el eje vertical para dividirlo en carriles en los cuales organizar las acciones según algún criterio. Una forma de organización podría ser espacial: asignando cada carril a un escenario distinto de la escena. Esto es muy útil en narraciones en las cuales hay pocos escenarios y a los que los personajes vuelven una y otra vez.


Otra posibilidad es asignar cada carril a un personaje en particular. Esto permite observar el peso de cada personaje en la historia, y ver cómo interactúan entre sí. Puede ser más útil en el caso de narraciones en las cuales se llevan hilos de tiempo paralelos, y donde se quiere analizar los puntos de cruce de personajes con aventuras diferentes.

 



 

 

Definida la técnica, podemos aplicarla a algunos textos para visualizar su estructura.

Ejemplo 1: Estructura Retrospectiva

En este tipo de estructura narrativa toda la acción transcurre en el pasado. El narrador es típicamente el protagonista de la historia, contándole a un tercero los hechos de manera lineal, o quizá escribiendo en una carta o en un diario. Existen dos bloques en el tiempo presente: el inicio de la entrevista, y el final. En medio de ellos ocurre el salto hacia el pasado:


 


Esta es una estructura típica de “historias de cantina” en donde, al calor de unos tragos, luego de una escena introductoria, uno de los presentes empieza a narrar la historia, y no se vuelve al tiempo presente sino hasta al final de la narración, en donde el narrador realiza alguna confesión final inesperada.
 

Es claro que la narración puede reescribirse en tiempo presente, obviando los bloques 1 y 3, pero lo interesante de esta estructura es que le permite al narrador introducir reflexiones morales, y emociones como remordimientos, que no están presentes en el tiempo pasado, y que le agregan sabor a la historia.Por ejemplo, en el pasado, el personaje pudo haber iniciado la aventura por ambición, con mucho optimismo y despreocupación, y el narrador, conocedor del final trágico, puede agregar comentarios como “qué insensato era yo en aquellos tiempos!”.
 

Ejemplo 2: Estructura de Misterio: El escarabajo dorado

Un ejemplo que presenta una estructura más interesante es la estructura de misterio. Para ilustrarlo, utilizaremos el cuento de “El Escarabajo Dorado”, de Edgar Allan Poe.


En la estructura de misterio, el lector recibe información fragmentada e inconexa sobre lo que está ocurriendo. En realidad, cada cosa tiene una explicación lógica, y los hechos están organizados en un tiempo lineal, pero toda esta información se oculta al lector.


Sólo hasta el final, el lector recibe las piezas necesarias que le permiten visualizar la zona oculta.


En el caso de “el escarabajo dorado”, tenemos a un narrador testigo, amigo del protagonista, que lo visita ocasionalmente y que empieza a percibir toda clase de conductas extrañas y peligrosas. El misterio aumenta y eventualmente se ve envuelto en la trama.


Primero vamos a dibujar la estructura con la zona de misterio “cerrada”, que es la forma en la que el lector la percibe hasta el final de la historia. En este diagrama, el eje vertical se usa para los escenarios (Indeterminado, Cabaña, Pueblo, Isla) , y en cada bloque se agrega en la parte superior las iniciales de los personajes que intervienen (N = Narrador testigo, L = Lagrange, protagonista, J = Júpiter, el esclavo del protagonista).


 

En el diagrama anterior, el lector inicia con una descripción general de los escenarios y personajes del cuento. Luego, en el bloque 2, la acción comienza cuando el narrador testigo realiza una visita a la cabaña de su amigo Lagrange.


En este punto, Lagrange le narra cómo descubrió un misterioso escarabajo dorado en una isla cercana (3), este bloque es una pequeña retrospectiva. Hay una discusión con la que termina la visita (4), y el narrador pierde la pista de su amigo por algún tiempo. Es durante este tiempo que ocurren sucesos en la zona de misterio cerrada que se encuentra en el centro del diagrama.


Lo siguiente que se presenta al lector, es un encuentro del narrador con Júpiter, el viejo esclavo de Lagrange, en el pueblo. Júpiter está muy preocupado y le dice al narrador que Lagrange está enfermo, que se está volviendo loco a causa del escarabajo (5).


Poco después el narrador recibe una carta de Lagrange (6) pidiéndole que lo visite. Muy preocupado, accede a la visita, y Lagrange lo convence para que lo acompañe en una misteriosa exploración (7).


Con la esperanza de que la exploración cure la locura de su amigo, el narrador acepta, y los tres se embarcan hacia la isla del escarabajo dorado, en donde Lagrange ejecuta toda clase de comportamientos extraños, que convencen a los otros de que en verdad está loco (8).


Finalmente, los hace cavar cerca de un árbol, en donde encuentran un tesoro pirata!


En este punto el lector está muy confundido: todo parecía indicar que en efecto Lagrange está loco. ¿Cómo es posible que sus comportamientos erráticos hayan conducido a un tesoro enterrado? Es el momento en donde el autor abre la zona de misterio:



 

Lagrange, luego de regresar a la cabaña con el tesoro (9), empieza a narrar los sucesos que ocurrieron dentro de la zona de misterio: primero descubre que el papel en el que había envuelto el escarabajo contenía un mensaje escrito con tinta invisible (10), después, logradescifrar el mensaje y descubrir que se trata del mapa de un tesoro pirata (11). Muy emocionado, pero guardando siempre el secreto, recorre toda la zona para determinar la posición exacta del tesoro (12). Es este cambio de comportamiento lo que hace que Júpiter piense que está loco. Una vez Lagrange está convencido de la ubicación del tesoro, invita al narrador, porque sabe que necesitará más manos en esta aventura. Decide actuar como loco para divertirse y para castigar a sus compañeros por juzgarlo de esa manera.


En el último diagrama vemos que una vez abierta la zona de misterio, la linealidad de la historia es evidente. Se habría podido narrar así, sin ninguna zona de misterio, pero entonces no habría generado el mismo impacto para el lector.

Conclusiones

 

Diagramar el flujo de una historia para descubrir estructuras narrativas puede ser una herramienta interesante para comprender por qué ciertas formas de narrar son más interesantes que otras. También sirve para identificar patrones comunes en ciertos géneros de relatos. Con una pequeña colección de estas estructuras, un autor podría, a partir de un guión lineal, experimentar con diferentes estructuras de narración para encontrar la que genere el mayor interés para el lector.

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